Dicen que un alto porcentaje de mujeres tienen una fantasía erótica muy recurrente: disfrutar de una sesión de glory hole con grandes pollas de desconocidos. Para aquellos que desconocen esta expresión de origen anglosajón, se treta de una habitación con agujeros, en los que algunos hombres introducen el pene, y una mujer se dedica a chuparlos y a introducirlos en su coño sin ver el rostro de los maromos. Sin duda, una experiencia de lo más morbosa tanto para las mujeres como para los hombres.
