La francesa Angel Emily ha demostrado su arrojo en cuestiones sexuales desde que debutó en el porno, pese a su apariencia inocente y frágil. Uno de los puntos culminantes de su carrera fue cuando visitó los estudios de Blacked Raw para codearse con cuatro sementales afroamericanos bien dotados, que la tomaron en volandas como un pelele y no le dejaron ni un orificio por rellenar. Finalmente, los morenotes se vaciaron en las fauces de esta pequeña tigresa.