Señoras y caballeros, el cosplay, el anime, el ahegao y todo aquello relacionado con la cultura nipona está de moda entre las nuevas generaciones, y el porno no es una excepción, puesto que se pueden ver muchas escenas donde chicas jóvenes y tremendamente macizas se hayan caracterizadas como personajes de las series animadas de anime, y se dejan desflorar sus traseros con una facilidad pasmosa. Un buen ejemplo lo constituyen esta cuatro furcias que no superan la veintena de edad.