Un indicado bastante fiable de que una starlet ha entrado con buen pie en la industria del porno es fijarse sobre todo en las compañías que frecuenta durante los primeros meses. Victoria June puede servir como ejemplo: su belleza indiscutible y su tremendo cuerpazo a base de cirugía plástica han llamado la atención de auténticas instituciones de este mundillo. La última en llamar su puerta ha sido el gran Lexington Steele, el empalador de Nueva Jersey, que contó con sus servicios en la muy reciente Housewives Demolition #2 editada por WCP Club.
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