Un conocido de Twitter y yo discutíamos el otro día sobre el tipo de pornstar que nos gusta a cada uno, y él me confesaba que ante la avalancha de damas tatuadas y muchachas jovencitas le daba miedo que se perdiese lo que él llamaba «la jamonez connatural», algo así como una combinación de rasgos físicos naturales al servicio de la sensualidad y la curva. A toro pasado se me ocurre que una garante de este tipo de presencia pornográfica podría ser Valentina Nappi, una mujer que atesora como pocas un equilibrio entre su cuerpo imponente y una actitud de vuelta de todo. Hace poco estuvo zumbándose a unos amigos negros en Blacked Out #4 de Devil’s Film con la facilidad de quien se aparta e flequillo. Quizá porque semanas después de haberse columpiado sobre el rabo de Mandingo la napolitana está, efectivamente, de vuelta de todo.
![](https://www.orgasmatrix.com/wp-content/themes/omx-theme/images/avatar.png)
Comentarios