Después de muchos días hablando de camgirls más por sus actos que por su apariencia, hoy el péndulo cambia de extremo y regresamos a la superficialidad de la carne y la piel. Pero ojo porque el caso de hoy merece este cambio de rumbo y todos los que hagan falta: Val Santos es una estadounidense de 23 años que quizá no sea la mujer más guapa que ha pasado por esta casa, y además es de las que opinan que donde hay pelo y alegría (que a nosotros nos encanta, pero entendemos que no es del gusto de todos los lectores), pero eso sí, tiene un pecho que es absolutamente prodigioso en todos los sentidos: tamaño, forma, firmeza y, algo muy poco habitual cuando hablamos de talla grande natural, con unas areolas curiosamente pequeñas de pezones minúsculos que lo hacen aún más único y maravilloso.
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