Jamie Jett es otra rookie de la industria pornográfica que tan solo ha rodado un puñado de escenas, pero que destaca tanto por su expresividad como por las ganas que le pone cuando entra en faena (aunque aún peca de falta de naturalidad), sin obviar su belleza y sus preciosos ojos azules, que miran fijamente a sus amantes mientras aloja sus miembros en su boca.
Dice que la pasión por el sexo, y en particular por el sexo en grupo, le llevó a la industria pornográfica cuando aún era una estudiante de derecho especializada en ciencias políticas. “El sexo es la pasión número uno por la que estoy aquí”, manifestó ante la pregunta sobre los motivos que le habían llevado a este negocio. Así que el idilio de esta hermosa chica de 21 años con el porno parece ser vocacional, afirmando también que se siente como en casa en los sets de rodaje, por lo que habrá que ir comprobando hasta donde llega su voraz apetito sexual.
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