No cabe duda de que cierto tipo de chicas con apariencia de modositas llaman la atención de buena parte de los consumidores habituales o casuales de porno. Y es que el contraste entre el aspecto cándido de la chica de turno y lo que luego es capaz de hacer bajo los focos resulta muy llamativo en el ámbito sexual. El caso de Serena Hill, una actriz porno que ha debutado durante el presente año, elimina cualquier atisbo de recato e inocencia cuando un buen manubrio negro se cruza en su camino. La aparente timidez de Serena se convierte en alegría, y es capaz, sin ambages, de lamerle los pinreles, el sobaco, el trasero y el enorme pollón de su amante afro, antes de que este se adentre en su vagina rosada.
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