Con solo 160 centímetros de estatura y un rostro peculiar que se asemeja al de una muñeca de porcelana, es complicado imaginar que, antes de ser actriz porno, Kay Carter trabajó como bombera y como oficial de correccionales, además de tener el cinturón negro de taekwondo. Otro curioso dato biográfico de Kay es que decidió convertirse en actriz porno cuando se encontraba en Los Ángeles de luna de miel, ciudad donde contactó con algunos profesionales de la industria. Hablamos, concretamente, de finales de 2019, periodo en que Kay aprovechó al máximo para filmar un buen número de títulos, entre ellos, tres escenas de sexo anal. Esa precocidad y voracidad sexual dio a entender que la joven rubia iba en serio con su nuevo giro profesional, y a día de hoy sigue demostrando que vale mucho para este negocio.
Squirted
All anal con Nikki Sweet
Evil Angel

Comentarios