La tarde no empezó nada bien, llevábamos un par de horas dando vueltas por una desértica ciudad de Barcelona y no había manera de atraer a alguna chica hacia El Follovolumen de Cumlouder. A punto de darlo por imposible, aparcar e irnos de cañas vimos la luz al final del túnel. Una jovencita que confió en nuestras promesas, se subió a la furgoneta para hacerse unas fotos y que tras unos cuantos billetes acabó perdiendo la vergüenza y la inocencia orgasmo tras orgasmo. Ya sabéis chicas, no habléis con desconocidos, follároslos.
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