Hace poco debatíamos apasionadamente sobre la teta perfecta. Hoy retomamos el tema, hablando de unos pechos de forma peculiar y peligrosa: las tetas misiles. Son aquellas tetas de buenas dimensiones y que apuntan hacia delante, como un buen par de misiles Tomahawks. Estas tetas, listas siempre para arrasar al enemigo, pueden sacarte un ojo sino te andas con cuidado. Su curiosa forma y su poca frecuencia de aparición las ha hecho especialmente populares entre un sector del fan del porno. Afrodita A estaría orgullosa de todos estos ejemplos dignos de cualquier peli de espionaje en la guerra fría. Nuke the russkies!
Posiblemente uno de los ejemplos más famosos de Teta-Misil fuera Samantha Fox en sus años mozos, justo cuando compatibilizaba su emergente carrera como cantante con la de modelo para la página 3 de los periódicos sensacionalistas británicos. En aquella época, muchos dijimos «no» a los tratados de desarme.
Por supuesto, los primeros ejemplos vienen de los 50, donde la forma de los sostenes promovían este modelo de belleza tetil. Desde entonces, muchas son las agraciadas con alguna forma de proyectil mamario, desde los misiles tierra-aire a los intercontinentales con cabezas nucleares. Aquí tenéis de todo.
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