Muchos se preguntarán por qué alguien con cierto renombre y glamour en el mundo de la moda como Terry Richardson siempre se relaciona tanto con pornstars, y porqué son tan amigables con él. Pues está claro: el afamado fotógrafo es un cachondo sin complejos y él mismo se ha situado ante las cámaras para hacer de actor porno y zumbarse a algunas de sus modelos, todo ello, por supuesto, en nombre del arte y la fotografía. En enero, con aquella famosa foto de Terry follándose a Juliette Lewis (o Taylor Rain), un lector nos dejaba un enlace a algunos scans de Kibosh, el libro en el que Richardson recoge parte de esa vertiente suya.

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