Es muy habitual que en el porno las starlets acaben sometiéndose a distintas operaciones y cambios físicos deliberados cuando llevan unos años en la industria, y aunque la mayoría son bastante comprensibles, algunos no solo cuestan de entender sino que además duelen un poco en el corazoncito si la pornstar en cuestión ha tomado decisiones estéticas de gusto cuestionable. Es el caso de la otrora perfecta Taylor Sands, que tal como se deja ver en sus escenas recientes, ahora su perfección física ha pasado a ser algo más discutible por sus intervenciones quirúrgicas en pecho y labios. Sigue siendo un bellezón, claro, pero es justo admitir que se ha perdido algo de frescura en su aspecto demasiado pronto.
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