En los últimos años da la impresión de que Pinky XXX ya no es solo el superculo grotesco, epítome del exceso booty vixen salido de los sueños más locos del hip hop americano, para convertirse en algo más: una suerte de madamme capaz de usar su popularidad y su web oficial para dar a conocer talentos del porno de culos planetarios que muy bien podrían rivalizar con su imposible figura. Hoy nos toca conocer a una de esas damas: una stripper de Miami a la que Pinky convenció para salir un rato de los escenarios y montarse en el rabo de Rico Strong. Quizá nunca vuelva a hacer porno, pero Taylor Jones viene con armamento de sobras.
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