Si hace unas semanas veíamos las dificultades a las que se enfrenta un actor que sufre “el síndrome del gorrión” en su primer día de trabajo, hoy comprobaremos lo que ocurre cuando tres actrices (Penny Flame, Sophie Dee y Trina Michaels) acostumbradas a tamaños considerables se enfrentan a una entrepierna de 7 centímetros. La escena de Bangbros es una muestra más de lo complejo que es rodar porno para cualquiera que no se dedique profesionalmente y que por muchos dólares que ingresen en tu cuenta, follar no siempre es plato de buen gusto.
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