Empezamos el año con el mismo interés adquirido con el que dejamos atrás 2017: las muchachas del Internet. Y es que con el nacimiento de servicios como Chaturbate o MyFreeCams que dan total libertad a las camgirls (o webcamers) para ejercer su trabajo como autónomas desde casa, sin tener que tratar con nadie ni desplazarse a ningún lugar, se ha democratizado el negocio del porno amateur en directo provocando una afluencia gigantesca de damiselas de todos los sabores y colores. Eso significa más y mejores camgirls, belleza más abundante y espectáculos más impactantes como el de Sweetmila, una muchacha de 21 años que se contra sobre todo en el fascinante arte de amasar sus propias tetas naturales, un ejercicio sencillo del que es imposible apartar la vista.
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