El trasero de Jada Stevens es hoy por hoy el epítome del culo pensado para el porno: grande, bonito, móvil, suave y natural. Pero lo que lo hace imprescindible para entender la actualidad de la industria es su capacidad de alojamiento y la forma en que jamás parece perder elasticidad. El pandero de Jada tiene tanto poder que incluso en escenas en las que no hay sexo anal y solo ejerce de secundario, como en este caso, termina por centrar toda la atención de la escena de una forma inapelable.
Este post ha sido publicado por Pinjed. Ahora tú también puedes compartir con la comunidad de Orgasmatrix tus propias noticias, reseñas, o cualquier hallazgo pornográfico que consideres interesante.
Comentarios