De momento August Ames no parece tener en la agenda su primera escena anal o ni siquiera un enfrentamiento de alto voltaje que ponga a prueba sus capacidades y la saque de su zona de confort, y eso es porque todavía no lo necesita. Su aspecto es tan bello, su cuerpo tan escultural y su sonrisa tan letal que con esas armas le basta para tener a la comunidad porno muy pendiente de sus movimientos y a la industria haciéndole ofertas una tras otra.
Pero el mercado de la carne es una bestia de metabolismo muy rápido: pronto los fans empezarán a tener a August muy vista o a desviar su atención hacia otros nuevos talentos y será entonces cuando la bronceada starlet tendrá que decidir si quiere aspirar a ser una leyenda o una flor de un día como tantas otras.
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