Antes de que se convirtiese en una pornstar famosa, cuando solo era una modelo erótica, Veruca James salió un día a pasear por Nueva York con el fotógrafo Igor en una sesión de exhibicionismo inmortalizado bastante simpático. Ahora el mismo artista, que resulta ser amigo también de Stoya, acompaña a la archifamosa neoyorkina en una mañana cualquiera en su ciudad natal. El cigarro mañanero, la higiene dental, el desayuno y sobre todo el viajecito en metro cobran otro color muy distinto con la compañía de la mejor sonrisa del porno.

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