A falta del anal y de otras prácticas más exigentes, es posible que el encuentro de Melody Marks con Dredd y su verga de caballo haya sido la prueba sexual más dura que ha tenido esta veinteañera procedente de Ohio, que, recordemos, comenzó su carrera equis con 18 años. En principio, la contienda parece totalmente desigual, con la hermosa rubia jugando con una entrepierna monstruosa más grande que su antebrazo. De hecho, a la hora de metérsela en la boca, apenas es capaz de introducirla más allá del glande, pero lo cierto es que, cuando comienza el duro sondeo, sorprende la capacidad de recepción de la vagina de la señorita Marks. Lo más impresionante es cuando se coloca a cuatro patas, con una toma espectacular más propia del hentai dadas las enormes dimensiones del manubrio oscuro perforando en un primerísimo plano el coño rosa, más abierto que nunca, de la joven.
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