Algo tiene Sophia Castello que me recuerda a la Sativa Rose de los primeros años y seguramente sea esa curiosa particularidad que las convierte en feas altamente adorables. Aparte de este detalle de mi particular e incurable gusto por la fealdad más erotizante, ambas son mexicanas, consumadas especialistas en el porno interracial y poseedoras de unos traseros que podrían hacer la competencia al de la amorfa Coco. Hoy veremos a la primera en una escena de “Big Booty Revenge 1”, película que como bien indica su título va de grandes y vengativos culos que engullen pollas, y en la que Sophia acabará el espectáculo sexual haciendo burbujitas con el esperma del grandote Nat Turnher.
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