Creo que me puedo responder a mí mismo: no, no ha nacido una estrella. Y no porque Sofia Perez no tenga cuerpo, belleza, talento y potencial como para subirse al firmamento porno en cuestión de pocos meses, sino porque la cantera colombiana posee la contradicción de que muchos de sus diamantes más relucientes se niegan a dar el paso de llegar hasta Norteamérica para triunfar. Cuestiones culturales o incluso burocráticas que nos impedirán, y espero equivocarme, que esta dulce damisela que han descubierto los señores de Bangbros se convierta en lo que tiene posibilidades de ser: la Jynx Maze colombiana.
Lamentémonos, eso sí, con el consuelo de poder disfrutar de sus dos únicas escenas hasta la fecha.
Comentarios