Aurora Snow vuelve a poner el dedo en la llaga en su último artículo publicado por Daily Beast. Lo hace junto a las pornstars (embajadora contra el cáncer e influencer) japonesa Marica Hase, Ember Snow y Kimberly Chi, y poniendo énfasis en la problemática de ser mujer asiática en la industria del porno. Ya se sabe que la industria X es un nido de conflictos cuando de racismo y estereotipos se trata, eso sumado a los recientes tiroteos en salones de masajes de Atlanta —un hombre blanco de 21 años mató a ocho personas, seis de las cuales fueron mujeres asiáticas, en tres salones de masaje asiáticos—, y el auge de búsquedas como «masaje asiático» en Pornhub lo que las ha llevado a abrir de nuevo la caja de Pandora.
La opinión de Marica, en cualquier caso, se sale de la norma ya que el hecho de ser asiática le ha ayudado a conseguir muchas oportunidades. Es de las pocas que no ha sufrido la estigmatización de la industria. Ember Snow, por su parte, se busca respuestas: «En cierto modo, somos los educadores sexuales de la gente que no recibe este tipo de educación en la escuela o de sus padres… La persona que realiza una escena se convierte en un objeto. No tengo ningún problema con eso. La cuestión es: ¿soy un objeto positivo o soy un objeto negativo? ¿Lo que hago en la pantalla lo ve alguien que aprecia mi actuación de forma positiva, o soy un objeto de algún trauma negativo que sufrió en el pasado y ahora soy esa salida para su ira y frustración?». Kimberly Chi describe los estereotipos étnicos que se reproducen en el porno como una forma de fomentar la aceptación y celebrar nuestras diferencias. «Para el público puede parecer racismo, pero cuando reproducimos estereotipos es parte de la realidad. Forma parte de la cultura y no es algo que nos deprima, en realidad estamos sacando lo mejor de la cultura de la gente». Sea lo que sea, el debate sigue abierto y las búsquedas de masajes asiáticos en los tubes porno se han disparado como nunca antes. ¡Salud!
Comentarios