Lo de Shae Summers ganando cada día más adeptos en el porno no tiene la explicación habitual en otros casos: talento para el sexo filmado, ser más cerda que nadie, entregar todos los orificios, aparecer mucho en los medios… Shae no encaja en ninguno de esos perfiles, y de hecho tiene mucho que aprender todavía de su oficio, pero parte de una ventaja que no todas tienen: posee uno de los mejores cuerpos naturales de la industria a día de hoy, y con esa cara de no haber roto un plato no hace más que potenciarlo.

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