El vídeo que veremos a continuación no pasará a los anales de la historia como la mejor felación amateur, pero es de aquellas que logrará sacar una sonrisa a todo aquel que de pequeño haya saboreado una de las golosinas por excelencia, los Peta Zetas… La mamada chisporroteante es tan sencilla como verter una bolsa de estos dulces en el miembro del felado para acto seguido pasar la lengua rápidamente a lo largo del frenillo o bien, engullir todo el falo endulzado. Esta técnica según quienes la han llevado a la práctica, es un cúmulo de sensaciones que van de las cosquillitas a la irritación pero que siempre garantiza un fantástico orgasmo.
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