A Savannah Stern ya la conocíamos por formar parte de aquella “caravana del amor” que Bangbros lanzó a la calle para que sus empleadas se cepillaran a los transeúntes que tuvieran la suerte de cruzarse en su camino. Si en aquella serie el sexo se reducía a un espacio de apenas 3 metros, hoy nuestra protagonista vuelve a deleitarnos con un polvo en el asiento trasero de otro vehículo. No me sorprende que una actriz que había sido vista al volante de un Mercedes CLK 350 –que cambió por un modesto Chevy Trailblazer– disfrute realizando escenas en el interior de un “buga”.
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