Me consta que por aquí hay mucho fan apasionado de la despampanante Jayden Jaymes, así que estoy bastante seguro de que la siguiente escena no va a defraudar a la mayoría. Sobre un coche de lujo y en compañía del siempre entregado Erik Everhard tiene lugar uno de esos momentos pornográficos en los que da la sensación de que todo gira en torno a las curvas y las exquisitas proporciones de su protagonista. Tanto es así que a este dúo de alto copete se les termina haciendo de noche mientras bombean sin descanso.

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