Alby Rydes llegó al porno en una época en la que a muchos nos costaba distinguir entre tantos clones del reconocible look de Christy Mack, una starlet de talento que se fue apartando de la industria para dejar un hueco que muchas intentaron rellenar. El mercado aún no estaba preparado para tanto tatuaje y tanta cabeza a medio rapar, así que la absorción fue lenta y confusa.
De eso hace ya tres años, y las que se han mantenido han sabido cómo distinguirse de sus compañeras. Rachael Madori es quizá la única que sigue con el mismo aspecto, porque otras como Alby han optado por un cambio de peinado de esos que parecen sutiles pero hacen mucho bien a la hora de distinguirse entre tanta carne parecida. A pesar de no haber publicado nada suyo en todo este tiempo, hoy os brindamos su escena más reciente para Inked Angels #6 de Evil Angel, precisamente una de las productoras que más énfasis ha puesto en hacer de las starlets tatuadas algo aceptado.
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