Otra que casi se nos escapa antes de terminar el año, y en este caso sí que habría sido particularmente imperdonable teniendo en cuenta las particularidades de nuestros ya consabidos gustos y propensión a las mujeres pelirrojas. Porque Scarlett Snow puede que sea con toda probabilidad una de las pelirrojas del año en el porno (los primeros puestos se los dejaríamos obviamente a Lena Paul y Lauren Phillips), y en las pocas escenas que ha rodado desde que debutó en verano parece exhibir ese tipo de belleza pálida y potenciada por la cirugía que desplegó Lana Rhoades cuando entró en este mundillo. El conjunto físico con Scarlett no es tan rompedor, sobre todo porque tiene más trabajo quirúrgico del que solemos ver en muchachas de 22 años, pero el morbo que desprende no entiende de criterios y manías.
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