Tras el calendario de Richardson con modelos de medidas que dictan los estándares de belleza actual y que algunos se empeñan en llamar anorexia, vamos a poner toda la carne en el asador, que no es poca tratándose de Sarah Vandella. Hoy la veremos en el papel de esposa insatisfecha que para hacer más llevadera su monótona vida sexual se cita con su marido y otro apuesto hombretón para disfrutar de una velada de infidelidad consentida. El hombretón no es otro que Shane Diesel, ese falópedo que la última vez que lo vimos por aquí fue en una escena que titulé “no puedo creer que me entre esa cosa entera”. Hoy será el marido de Sarah quien se lo repita más de una vez para sus adentros.
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