Sabedora de que ahora sus fans la aprecian todavía más que antes de su receso indefinido para bailar en clubs (ya sabéis: aquello de que uno no sabes valorar lo que tiene hasta que lo pierdes), la turboperuana de la sonrisa luminiscente y el culo galáctico ha conseguido modular su volumen de apariciones para sacar el máximo provecho con el menos esfuerzo. Eficiencia porno. Un par de escenas al mes, normalmente en Brazzers (hoy en Big Butts Like It Big) y en alguna película de alto nivel, y todos los que la adoramos quedamos satisfechos hasta el siguiente bocado de Jynx Maze, eso sí, siempre con sexo anal incluído.
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