Dicen que en casa del herrero, cuchillo de palo, pero puede que también funcione a la inversa: Ryan Madison tiene en casa a su esposa Kelly Madison, una bestial amazona que ya bordea los cincuenta (tiene diez años más que él) y que presenta unas tetazas gigantescas al nivel de la actitud dominadora y confiada que demuestra siempre. Así que cuando a Ryan le toca trabajar en Porn Fidelity la tendencia siempre es contraria: jovencitas inocentes y esbeltas sometidas a su voluntad. Salvo excepciones, claro, como la de Anna Bell Peaks: una MILF tatuada y escultural por la que cualquiera cambiaría sus métodos.
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