Sin hacer mucho ruido Dredd, el contendiente que le salió a Mandingo hace unos meses en cuestiones de tamaño absurdo (aquella promesa venosa llamada Julio Gómez está desaparecido en combate, no se sabe qué ha sido de él a pesar de su fulgurante arranque), sigue trabajando en películas en las que sus directores le van sirviendo una tras otras sesiones de sexo con las grandes estrellas del mundillo. La última que ha probado el pollón planetario ha sido la gran Ryan Conner, una MILF curtida en mil batallas que además no ha querido dejar la pieza sin aprovechar del todo y no duda en practicar el anal con ese rabo en apariencia impracticable. Una heroína sin capa.
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