Russ Meyer es el Walt Disney de las hormonas. Sus películas de personajes exagerados con anatomías exageradas en situaciones exageradas han logrado que el cine Meyer sea una auténtica marca de fábrica, inimitable e inconfundible, con un simple vistazo a la pantalla. Pero no se queda ahí: el bueno de Russ es un cineasta como la copa de un pino, creador de géneros cinematográficos, nítido narrador de historias, experto autopublicista y auténtico mito de culto del celuloide mundial. Ahí queda eso.
Russell Albion Meyer nació el 21 de marzo de 1922 en San Leandro, California. A los catorce años recibió como regalo de cumpleaños una cámara single-8, para lo que su madre decidió empeñar su anillo de bodas. En 1941 se alistó en el ejército como cámara de guerra, y algunas tomas suyas se incluyen en “Patton” (F.Schaeffner, 1970). Al volver, Hollywood, que echazaba a los novatos esperando el regreso de las tropas, le niega la entrada y pasa cuatro años haciendo documentales para refinerías, astilleros,… Despues se dedica a retratar chicas para las incipientes revistas para hombres (Playboy, Adam. Modern Man,…) donde su agresivo estilo es rápidamente muy cotizado. En 1950 filma un burlesque (revista de teatro picante) hoy perdido: “The French Peep Show”, que muestra distintas danzas eróticas incluyendo la célebre Danza del Desierto de la incombustible Tempest Storm.
Hasta el momento, el cine más atrevido mostraba chicas desnudas en playas nudistas jugando a la pelota y persiguiéndose, o bien cine seudodocumental sobre enfermedades venéreas y partos en directo. Tras TFPS, Russ crea un subgénero con “The Inmoral Mr Teas”: el nudie, en el que las chicas se desnudan con un personaje en función de mirón. El salto erótico es abismal, porque hay un personaje en el que identificarse, y porque no hay “documentalismo” posible. En un principio nadie quería proyectarla, pero cuando se estreno en 1959 en Seattle, fue un bombazo acompañado del habitual ataque de los grupos conservadores: a los 37, Meyer había dado su primer hachazo.
Despues de otros cuantos nudies cada vez más sofisticados, Meyer da un paso impredecible: se pasa al blanco y negro y crea el género Rough (basto, sin pulir) al enfrentar a personajes fuertes melodramáticos en parajes naturales: Lorna y Mudhoney son muy superiores a sus filmes anteriores y los enormes senos desnudos de Lorna Maitland aseguran el éxito en taquilla.
El tanque Russ continuaba.
Y de pronto, Russ Meyer inventa el cine del siglo veinte. Con Motorpsycho y, sobre todo, con “Faster, Pussycat! Kill! Kill!”, introduce los grandes elementos de la juventud contemporánea: el rockanrol, la velocidad, la violencia, el sexo y las chicas salvajes, especialmente en la segunda, donde Haji y Tura Satana podrían pisotearte con sus motos y después devorarte vivo. La sicotronía invade las obras de Meyer y le convierten en un punto de referencia contracultural a la altura de Jack Kerouac o de Richard Crumb. Aumentando el lado erótico de sus películas y disminuyendo la violencia, Meyer da, tras tres filmes más, otra piedra de toque: con Vixen (1968) prácticamente inventa el soft-core frente a la suavidad del nudie y a la candidez de los nudist.
Y a partir de ese momento la sicotronía pasa a ser desbordante en su último tramo de películas; tanto “Beyond The Valley of Dolls” como “Supervixens”, “Up!”, y “Beneath the Valley of the Ultravixens” tienen
factores comunes: guiones descerebrados, divertidísimos, imágenes alucinógenas de colores vivos, cantidades industriales de supermujeres neumáticas, no menos musculosos hombres hiperviolentos de mandíbula cuadrada, gore a patadas, música sicodélica, diálogos descacharrantes,… todo lo que Meyer llevaba años realizando de modo instintivo se convierte ahora en un doctorado en Meyerología. Desde entonces (1979) Meyer ha visto sus proyectos cancelados (¡Filmó con los Sex Pistols tres días de rodaje de “Who killed Bambi”!) o los ha aplazado por su condición actual de bon-vivant. Afrontémoslo: por segundos o por terceros, somos todos hijos culturales de Russ Meyer: así que hemos mamado de las tetas más inmensas conocidas. ¡Viva la abundancia!
1950 – “The French Peep Show”
1959 – “The Immoral Mr. Teas”
1959 – “This is My Body”
1960 – “Eve and the Handyman”
1960 – “Naked Camera”
1961 – “Erotica”
1962 – “Wild Gals of the Naked West”
1963 – “Europe in the Raw”
1963 – “Heavenly Bodies!”
1963 – “Skyscrapers and Brassieres”
1964 – “Lorna”
1964 – “Fanny Hill”
1965 – “Mudhoney”
1965 – “Motorpsycho”
1966 – “Faster Pussycat, Kill! Kill!”
1966 – “Mondo Topless”
1967 – “Common Law Cabin”
1967 – “Good Morning…and Goodbye!”
1968 – “Finders Keepers, Lovers Weepers!”
1968 – “Vixen”
1969 – “Cherry, Harry and Raquel”
1970 – “Beyond the Valley of the Dolls”
1971 – “The Seven Minutes”
1972 – “Blacksnake”
1975 – “SuperVixens”
1976 – “Up!”
1978 – “Who Killed Bambi?”
1979 – “Beneath the Valley of the Ultravixens”
1998 – “The Breast of Russ Meyer”
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