Lo mejor de la serie Rocco’s Perfect Slaves es cuando la leyenda viva del porno se pega un viajecito al Valle de San Fernando y se pasa por la piedra a señoritas con las que jamás ha tenido contacto pero que aquí, amantes del porno americano como somos, solemos conocer bastante bien. La última vez ha sido en Rocco’s Perfect Slaves #7, donde el astro italiana se introducía en las cavidades de Vicki Chase y, ojo, Jennifer White, una pornstar fetiche de muchos lectores que después de algunos altibajos con las drogas parece seguir en forma.
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