Cuando hablamos de química en el porno la mayoría de veces nos referimos a la complicidad perceptible y evidente que se establece entre actores y actrices durante los rodajes, cuando la mecanización casi endémica de la actividad pornográfica se diluye en un encuentro que, quizá sea por trabajo, pero también alberga algo de placer auténtico y muy humano. Hoy el caso es algo particular: Riley Reid y Cherie DeVille son dos pornstars que no compiten entre sí porque pertenecen a nichos distintos (una es la clásica teen que ha trascendido a superestrella absoluta, y la otra una MILF que está luchando con las rivales de su rango de edad para hacerse con el trono de las maduritas), así que quizá por eso parecen llevarse tan bien. Sus mejores escenas en común, eso sí, tienen siempre una polla de por medio: parece que se lo pasan en grande cuando se trata de disputarse y disfrutar a un tercer compañero, tal como demuestran en los tres tríos H/M/M en los que han coincidido. Dos señoritas especialmente risueñas y dulces haciendo lo que más les gusta.
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