Hay algo en la solicitadísima Ricki White además de su tremebundo trasero que despierta un morbo especial entre nuestros lectores más apasionados. Sin ser especialmente guapa, Ricki personifica el estereotipo de pornstar decadente dispuesta a cualquier cosa con tal de sentir como la empalan por algún orificio, pero eso llegó a su fin en febrero de 2009, cuando la californiana dejó el negocio del porno porque, según sus excompañeros, cayó presa de la religión y dijo haber encontrado a un tal Jesús. Debe de ser un buen partido el tío ese…
En cualquier caso, hoy le rendimos tributo con tres de sus mejores escenas que, aunque no nos hagan olvidar que jamás volveremos a verla, al menos endulzarán un poco la amargura. Y es que si ese culazo no es un milagro de la naturaleza, que baje Dios y lo vea.
Anal con Mike Adriano para Boob A Licious (2009)
Doble penetración con Sascha y Tony T. para Ass For Days #4 (2007)
Lésbico con Cherokee para Lesbians Love Sex #3 (2008)
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