Aunque no dejaron de publicarse escenas suyas después de su retirada este verano (parece que esos compromisos contractuales que quería finiquitar en julio dieron bastante de sí), el fondo de ese baúl de maravillas pornográficas cada vez de veía más y solo era cuestión de tiempo que agotara su contenido. Paralelamente, en los últimos días algunos twits de Remy Lacroix hablando de sesiones de fotos y de «trabajos» para Kink y Elegant Angel pusieron muy nerviosos a sus fans, que no se atrevían todavía a descorchar el champán. Hace unas horas la princesita culona confirmaba su regreso en su blog, con la misma serenidad y certidumbre con la que decidió dejarlo en su día.
La principal razón por la que dejé fe grabar este verano fue porque estaba quemada. (…) Llevaba mi vida sin moderación; estaba completamente consumida por el porno. Grababa constantemente y no reservaba mis fuerzas ni mis ganas, y mi cuerpo empezó a odiarme por ello. Y cuando mi cuerpo empezó a disgustarse, mi cabeza decidió partir. El porno se había convertido más en negocios que en placer, y yo no quería eso. El porno debe ser divertido para quien lo hace o deja de serlo para quien lo ve.
¿Estoy de vuelta? Claro. Grabaré más porno. De hecho, lo acabo de hacer. Mi cuerpo se ha recuperado y lo echaba de menos.
Así que, ahora sí, podemos brindar por uno de los regresos más necesarios para esta industria, una joven de talento puro, rostro deslumbrante y trasero demoledor. Y la mejor forma de celebrarlo quizá sea con una de esas escenas que teníamos en la recámara, publicada justo antes de su retirada, y que significó su primer encuentro anal con Lexington Steele, un auténtico bautismo interracial.
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