Nacida en Lituania hace 30 años, el acento de Tina Kay no deja lugar a dudas sobre el lugar en que se crió: tal como ella dice, se siente más inglesa que cualquier otra cosa. Así que como británica casquivana se trata de una señorita que no se les podía escapar a los linces de Killergram, siempre pescando en el río revuelto de la cantera europea. Hace unos días Private publicaba Intimate Studio, una cinta coproducida en la que la bella Tina nos demostraba el desparpajo que tiene y por qué si algún día le da por cruzar el charco no tendrá difícil asentarse.
Bola extra: otras dos escenas recientes
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