En diversas ocasiones hemos tratado aquí el tema de los récords. Por alguna oscura razón, saber quien es el más lo-que-sea en el mundo siempre despierta un interés especial, así que hoy recopilamos algunos de los récords relacionados con el sexo que, lejos de convertirse en algo envidiable parecen más bien una condena para aquél que se ve afectado. Y es que, salvo excepciones, al final es cierto aquello de que lo poco gusta y lo mucho cansa.
El mayor tiempo masturbándose
El japonés Masanobu Sato, de 21 años, debe de tener ya una severa tendinitis en ambos codos. Y es que alguna secuela tiene que quedarle de la hazaña que consiguió en la Maratón Mundial de Masturbación de 2009 celebrada en San Francisco y a la que Sato-san viajó específicamente para participar en ese evento. Nada menos que 9 horas y 58 minutos estuvo este experto onanista nipón dándole a la zambomba sin parar y con ayuda de diversos artilugios para tal fin como vaginas en lata o tubos Tenga, la marca que le patrocinaba.
La prostituta más vieja
Sólo se sabe de ella que reside en Taipéi, Taiwan, que se apellida Chiu y que en sus círculos profesionales suele responder al pseudónimo de Abuela. Pero el dato importante es que a sus 82 añazos sigue ejerciendo en las calles el oficio más antiguo del mundo en el que entró hace cuarenta primaveras. Y lo que es más llamativo: sigue teniendo clientes, probablemente porque su tarifa es hasta veinte veces menor que la media.
El coño más grande
Anna Swan fue una gigantesca escocesa que vivió entre 1846 y 1888 y que, gracias a su extraordinario tamaño (2,38 de estatura), ostentó diversos récords como el que ahora nos ocupa y que sigue sin ser superado. En 1879 Anna, que se había casado con un hombre de su misma estatura, dio a luz al bebé más grande de la historia que pesaba casi 12 kilos y media 86 centímetros. Desafortunadamente, el niño no sobrevivó al parto y su cadáver fue donado al Museo de la Salud de Cleveland donde aún yace en exposición. Gracias a las medidas del bebé, los expertos han calculado que la vagina de Anna debió de dilatarse al menos hasta los 15 centímetros para que cupiera el cráneo del niño (48 centímetros de circunferencia).
La polla más grande
Hemos tratado este tema mil veces en Orgasmatrix, pero siempre en un contexto pornográfico y de apreciación visual. Sin embargo, los 34 centímetros de largo y 16 de circunferencia (24 en estado fláccido) que mide el pene del neoyorquino Jonah Falcon (de quien ya nos ofreció un estupendo documental el amigo Destiny) están documentados por el Dr. Robert Dickinson, así que aquí no hay nada que discutir: es gigantesco.
Se dice también que la polla del monje ruso Rasputín pudo llegar a medir entre 35 y 40 centímetros, pero no se ha podido comprobar porque sólo se conservan 28,5 centímetros de su falo en el Museo Erótico de San Petersburgo. Nada, una miseria.
Nota del autor: Debo disculparme por un grave error de documentación. Tal como afirman algunos lectores (algunos con más impertinencia y otros con mucha amabilidad), el Dr. Dickinson murió en 1950 así que ni siquiera llegó a conocer a Jonah Falcon. No obstante, Dickinson sí encontró el pene más grande jamás documentado científicamente en sus estudios por África. El sujeto en cuestión poseía un mimebro de 34 cms, presuntamente la misma longitud que el de Jonah, que fue medido en un programa especial para la televisión aunque, eso sí, sin rigor científico de por medio. Una vez más, os pido disculpas.
Las tetas naturales más grandes
Hemos visto a decenas de mujeres haciéndose auténticas locuras quirúrgicas y jugando seriamente con su salud para conseguir tener los pechos más granes del mundo, pero no solemos fijarnos tanto en las que alcanzan unas cifras parecidas sin ningún tipo de intervención y sin adulterar su cuerpo. Es el caso de Annie Hawkins-Turner (conocida también como Norma Stitz) de Georgia, Atlanta, quien carga actualmente con las tetas más grandes del mundo. Su perímetro torácico es de 170 centímetros y el peso de sus pechos suma 18 kilazos de nada.
El mayor gangbang
De este récord ya nos habló Fogardo hace mucho tiempo, pero es evidente que no podía faltar en esta lista. Y es que Lisa Sparxxx se pasó por la piedra a 919 amables señores en un sólo día del año 2004 durante la feria porno Eroticon que se celebró en Varsovia, Polonia, y que acogió el Tercer Certamen Anual Internacional de Gangbangs. Seis años después, el récord sigue en su manos… o en su… poder.
Erin Daye intentó superarlo en mayo de 2007 con 1001 pollas entrando en su cuerpo en cuestión de 15 horas, pero al parecer las cosas no fueron como ella esperaba y tuvo que frenar la avalancha de metidas cuando ya contaba con 464 señores.
La corrida más lejana
¿Os acordáis de cuando de pequeños jugábamos con nuestros amigos a ver quién era capaz de mear más lejos? Nunca conseguí ganar, pero a buen seguro que el alemán Horst Schultz no tendría muchos problemas en lograrlo. Nada menos que 6 metros de distancia alcanzó la corrida que le dio el título mundial de lanzamiento de lefazos. Por si esto fuera poco, el amigo Horst también ostenta el récord de altura con 3,78 metros y el de velocidad con una corrida que llegó a alcanzar los 68 kilómetros por hora. Una locura.
La orgía más numerosa
Este récord también asomó por Orgasmatrix hace unos años y, efectivamente, tampoco podía faltar hoy. Se trata de un evento organizado en el que 250 parejas japonesas (500 personas en total) practicaron el fornicio sistemáticamente y sólo con su pareja (ahí es donde quizá peligraría la etiqueta “orgía”), todo ello registrado en un vídeo que podéis ver a continuación. Eso sí: censurado.
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