En marzo de 2011, RayVeness anunciaba en un comunicado lleno de indignación y remordimiento moral que dejaba la industria tras veinte años en el porno. Como si nada, el abril pasado, después de que las productoras para las que trabajó fuesen dosificando las escenas que quedaba por publicar, la imponente MILF de 40 primaveras reabría su Twitter y aseguraba esta de vuelta. Su filmografía no engaña: a golpe de dos o tres escenas al mes más sus trabajos para diversas productoras dedicadas al DVD. RayVeness está en plena forma, incluso para enseñar a adorables muchachitas poco experimentadas como Zoey Kush, la perla ecuatoriana, cómo se fabrica el buen porno a base de lascivia y oficio.
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