¿Conoces a alguna famosilla a la que no le gustaría ser actriz? No verdad, pues Raquel Adán no es una excepción y en su incipiente carrera como pornstar va a tener la oportunidad de hacer un pequeño papel de novia engañada que descubre un tanga que no es suyo y que se da cuenta de que su novio se la está pegando con otra así que Raquel Adán, tanga en mano, lo espera encolerizada y cuando él llega, como suele ser habitual, lo niega todo. Quizás tiene razón y solo es un fetichista obsesionado con coleccionar lencería femenina pero ella no quiere saber nada más de él…
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