Hace meses que los profesionales del porno americano están posicionándose, en las redes sociales y en las entrevistas que conceden, en contra de algo llamado Prop 60. Muchos lleváis semanas preguntándonos de qué va todo esto, qué reivindican, qué sucede, así que aprovechando que la asociación Stop Prop 60 ha publicado un vídeo dirigiéndose a los hispanohablantes, procedemos a explicaros a nuestra manera, y de la forma más breve y sencilla, cómo está el panorama.
Qué es la Prop 60
Sin dar muchos rodeos: la Proposición 60 es una nueva propuesta de ley para el estado de California pensada, en teoría, para proteger la salud de actores y actrices porno. La idea es extender a todo el estado la prohibición de rodar porno sin usar preservativos que ya funciona en Los Angeles desde 2012 y reforzarla con la medida más polémica de todas: cualquier ciudadano podrá demandar a un profesional del porno si ve una escena en la que no se ha utilizado un condón de manera clara y visible.
Por qué el porno la rechaza
La industria interpreta la medida como un ataque directo a las libertades de los actores y actrices del porno, que preferirían poder elegir si quieren usar o no protección en sus escenas. La mayoría considera que los estrictos controles de salud a los que están obligados ya son suficiente medida de seguridad, y ven la Prop 60 como una apertura de puertas a cientos de miles de abolicionistas, moralistas, bullies y trolls para acosar a las pornstars por hacer su trabajo como quieren.
Cualquiera con un móvil en la mano podría ponerles en problemas, además de acceder por la vía legal a sus datos personales, algo que facilitaría el acoso y la violencia contra un colectivo que ya soporta suficiente odio.
Quién está detrás de la Prop 60
El principal valedor de esta proposición es el señor Michael Weinstein, presidente de la multimillonaria AIDS Healthcare Foundation, y se dice que su objetivo exclusivamente económico. Al parecer las quejas contra pornstars que no usen condón se dirigirán a la Occupational Safety and Health Administration de California, que tendrá tres semanas para responder a la queja antes de que la demanda se produzca. El tema es que en el sistema judicial de California, si el juez falla en contra del pornógrafo o la pornstar en cuestión, el demandante tiene derecho a un cuarto de la cantidad de dinero de la sentencia.
Tratándose de demandas con motivación económica, la OSHA se verá inundada de demandas tendrá medios para revisar cada caso, así que por cada caso en el que no multen al profesional o tarden demasiado en determinar si es o la escena es punible, la demanda sucederá. Por lo visto Weinstein tiene a gente preparada para un trabajo curioso: pasarse el día viendo porno y reportando escenas sin condón. El dineral que pueden conseguir no es pequeño.
Qué se puede hacer para evitarlo
El 8 de noviembre, que es también el día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, se lleva a cabo el llamado California ballot, una votación ciudadana de hasta dieciocho propuestas relativas a distintas materias de la sociedad californiana. Allí se decidirá si la Prop 60 sale adelante o termina en agua de borrajas.
Multitud de legisladores, empresas, profesionales, asociaciones y medios de comunicación están en contra de la propuesta, y hay quien incluso habla ya veladamente de cómo desobedecerla. Dana Dearmond explicó que en rodajes porno antiguos donde estaban obligados a ponerse condón, los actores cortaban la goma de la base, se la colocaban en el pene y se aseguraban de lubricarse bien. Se podría decir aquello de «hecha la ley, hecha la trampa», pero cuando la ley facilita las demandas frívolas y la adquisición de nombres legales y domicilios con solo interponer una denuncia no garantizada, parece algo difícil de evitar.
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