Con aspecto de portal erótico y alma de comunidad online, Suicide Girls es una de las webs culturalmente más influyentes de la industria del erotismo, un soplo de aire fresco que normalizó los tatuajes y los piercings en jóvenes amateurs como una seña más de identidad y auténtica marca de la casa.

El género alt —y el sinfín de productoras que se montaron al carro del altporn y a todos los subgéneros alt aparecidos posteriormente— le debe mucho al nacimiento de Suicide Girls en 2001, y la humanidad todavía le debe más: de ella han salido bellezas únicas e irrepetibles que de otro modo jamás habríamos disfrutado. Actualmente cuentan con más de 2.500 modelos y un catálogo que supera el millón de escenas y los cinco millones de fotografías. Algunas de sus modelos se han convertido en emblemas de la compañía, como por ejemplo Jemma Suicide, Yuxi u Olivia Black.