Empecemos llamando a las cosas por su propio nombre para no caer en el equívoco: el agente porno es falso, sí, pero tanto las jovencitas engañadas como el sexo que practican es tan verdadero y poderoso como el fajo de billetes que se llevan por grabar su primera escena porno. La idea de engañar a chicas que aspiran a convertirse en estrellas porno es tan vieja como el propio porno pero la autenticidad de Fakeagent es tal que el manido formato acaba en una interesantísima vuelta de tuerca, con algunas aspirantes ofendidas por las peticiones indecentes del agente u otras cediendo a una desfloración anal con tal de llegar antes a la meta profesional. Web imprescindible para los amantes del reality porn y los castings con anónimas.