CommonSensual no es una productora cualquiera: estamos hablando del laboratorio de pruebas pornográficas de Lucie Blush, una realizadora francesa que encarna a la perfección a una segunda generación de directoras que han imbuido su porno de mensaje político y que tienen un aproximación artística pero también muy natural al concepto de sexo filmado. No en vano, la mentora de Lucie fue nada menos que Erika Lust, quizá la pornógrafa feminista más popular de Europa, y de ella sacó también la inspiración para atreverse a montar su pequeño chiringuito digital de marranadas varias.
El porno en CommonSensual está más relacionado con la exploración de la sexualidad propia y ajena que con algún tipo de espectáculo, y a diferencia del estilo de Lust, el de Blush tiene un eje mucho menos narrativo y más basado en lo sensorial y en la parte más experiencial de este tipo de encuentros sexuales. Esa filosofía más intimista también se ve reflejada en el estilo con el que ella y sus colaboradores mueven la cámara alrededor de la acción, con planos muy cerrados y un uso intensivo de la perspectiva y el desenfoque. Hay algo de fotografía artística en su trabajo, pero también de videoclip musical: la web goza de una sección titulada Sound Department que es el rincón al que van a parar la creaciones del compositor de la productora para su disfrute y descarga. ¿Cuántas productoras porno cuentan con un compositor musical en nómina? Pues eso es algo que habla mucho y muy bien del tipo de proyecto que Lucie Blush ha creado.
Talentos nacionales e internacionales como Irina Vega, Anneke Necro, Owen Gray, Amber Nevada, María Riot, Mickey Mod o Silvia Rubi se entremezclan con auténticos desconocidos y parejas aventureras en vídeos plagados de ambición estética e ideas frescas en todas las facetas, desde el guion hasta la iluminación, pasando por el vestuario o los roles. Una serie interesante y que está emparentada quizá con el universo youtuber es Hot Couture, donde starlets conocidas se comen unas alitas de pollo picantes antes de masturbarse, experimentando con una mezcla de estímulos que rebosa imaginación y picardía.
Técnicamente y a nivel de usabilidad de la web, CommonSensual no pretende hacer alardes: sabe que su apuesta es minoritaria dentro del gran mercado de la carne filmada, pero cumple con los mínimos requeridos. No hay vídeo a 4K por las limitaciones obvias de presupuesto, pero si en HD, y aunque el reproductor es rápido y muy ágil, no existe función integrada para descargas las escenas y poder disfrutarlas sin conexión. Al margen de esas carencias, el valor añadido de este laboratorio de autora compensa con creces con su contenido experimental.