Propiedad del todopoderoso conglomerado MindGeek desde 2010, Brazzers nació en 2005 del cerebro de tres universitarios canadienses (todavía tiene su centro de operaciones en Montreal, Quebec, pero todos sus rodajes se realizan en Los Angeles, Las Vegas, Texas y Miami) y en poco tiempo se alzó como una de las productoras para internet más poderosas y rentables del sector.
Nuestra opinión
Dicen los entendidos que el golpe de gracia lo dieron sus fundadores creando paralelamente sitios como Pornhub, que provocarían la gran explosión de los vídeos porno gratuitos en internet, algo que también les ha traído problemas legales y críticas de la competencia. En cuanto a lo puramente pornográfico, Brazzers se convirtió en una de las grandes precursoras de las tetas desproporcionadas y las pornstars con algún kilito extra, algo que terminó por generalizarse en la industria. Su influencia en el sector dicen que provocó un nuevo resurgir de los implantes de silicona y también hay quienes les consideran los petroleros del porno que dieron con el brutal nicho de mercado de las MILF. Entre sus pornstars ilustres están por ejemplo Phoenix Marie, Shyla Stylez o Lisa Ann.
Brazzers es posiblemente la web porno de pago con mejores infraestructuras, o al menos quien mejor las aprovecha. Desde la reforma de su diseño en 2013, poco después de ser adquirida por el gigantesco grupo MindGeek, es de largo la que mejor organiza y presenta su contenido yendo un paso por delante de las meras etiquetas, filtros de búsqueda y minirredes sociales: ahora en Brazzers las escenas tienen gráficos en los que se mide la cantidad de cada práctica (lameteo anal, mamada, besuqueo, etc…) o postura (perrito, cowboy, etc…) que se realiza y un enlace para ir a esa parte del vídeo. Una locura.
El contenido de videos HD es de primerísimo nivel, actualizado cada día con escenas de casi todas las facetas del porno (aunque desde que cerraron Pornstars Punishment se echa de menos algo más durillo) protagonizadas por las mejores pornstars de Estados Unidos y, desde que contrataron a Danny Dong, también de Reino Unido. Webcams en directo, shows porno en directo (Brazzers Live) mensuales pasadísimos de vueltas y decenas de horas de metraje adicional vintage en su propio tube. Su centro de gravedad, eso sí, es el mismo en todo su material: tetazas y culazos o en su defecto guarrazas.