Su biografía, digamos «oficial», afirma con rotundidad que la primera aparición de Abella Anderson en el porno fue en 2010 con la famosa escena de la batidora que poco habréis olvidado. Técnicamente es cierto porque fue la primera vez que actuaba bajo el nombre artístico que le ha dado fama, pero la verdad es que la diosa cubana ya había hecho sus pinitos en el porno tres años antes. Tal como veréis a continuación, en octubre de 2007 y bajo el seudónimo de Amy, Abella se subía al Bangbus para iniciar un viaje bastante movidito.
Como podéis comprobar, sus pechos eran una tímida sombra de lo que son ahora tras su paso por el quirófano y sospecho que algo en su cara también a cambiado, a diferencia del resto de su cuerpo que sigue siendo el mismo. Lo más llamativo de todo no es que entre esta primera incursión y su puesta de largo hayan pasado nada menos que tres años, sino algo mucho más curioso: su primera escena fue también su primer anal ante las cámaras, reduciendo ostensiblemente el valor de aquella escena de Deep Anal Drilling #2 en la que se anunciaba a bombo y platillo el estreno del trasero de Abella Anderson. Y es que parece que el pasado nos atrapa a todos.
Comentarios