Tenía entendido que esta escena de Pristine Edge con Mandingo, su segunda irrupción en Dogfart tras el cuckold que rodó en otoño con Lex Steele, iba a incluir sexo anal, pero finalmente no ha sido así. Y lo cierto es que comprobando de cerca cómo se saldó en su físico el sacrificado acto pornográfico de alojar el miembro descomunal de Mandingo en su cueva del amor y la vida no me extraña que ni siquiera llegasen a intentar llegar a la siguiente base. Y es que, esto es algo que parece tabú en la industria, pero lo cierto es que no todos los cuerpos están preparados para el porno, o al menos no para todo tipo de porno. Obsérvese cómo la esbelta Pristine Edge parece que se vaya a volver del revés cada vez que Mandingo retrocede de su embestida.
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