Traci Lords

La protagonista de uno de los escándalos más sonados de la historia del porno por una razón la mar de simple y contundente: la mayoría de su filmografía de mete y saca la rodó antes de cumplir la mayoría de edad, con lo que circulan por ahí un montón de películas X comerciales prohibidas en las que aparece una menor de edad follando. Aprovechando el boom del vídeo, Traci falsificó sus documentos de identidad y entró de lleno en la industria, alcanzando el estatus de estrella en un tiempo récord y codeándose sin ningún problema con vacas sagradas como Ginger Lynn o Ron Jeremy. Cuando se destapó el pastel, muchos responsables de estos filmes fueron procesados y sentenciados a condenas de cárcel, todo esto mientras Traci rodaba su última película en Francia, ahora sí, con 18 años ya cumplidos. Ese mismo filme, Traci I Love You, arrasaría en recaudación debido a la publicidad que generó todo el escándalo, algo que irónicamente le supondría un trampolín para irse del porno y empezar con el cine convencional de la mano del maestro de la serie B Roger Corman.

Tras esta aventurilla, el siguiente paso fue el cine convencional, donde jamás ha pasado del papel de secundaria muy secundaria pero trabajando, eso sí, en algunas superproducciones como Blade o Virtuosity. Para terminar de rematarlo, Traci también se atrevió con el tecno-pop lanzando su propio álbum, pero al igual que en el cine nunca consiguió asentarse plenamente y fue viviendo de pequeñas colaboraciones eventuales.

En 2003 publicaba su autobiografía, que tuvo una muy buena acogida comercial, y se basaba remotamente en ella para dirigir un largometraje independiente titulado Sweet Pea.